Oh Madre mía, nuestra Señora de los Dolores, en esta oración te presento todas mis necesidades.
A ti vengo con mis angustias, tristezas también desgracias, madre mía de los Dolores, Señora de los caídos, Señora que tanto sufriste al ver a tu Hijo mortificado, insultado, y finalmente muerto en la Santa Cruz para salvarnos.
Señora y Madre nuestra, que estabas tranquila y fuerte junto a la cruz de Jesús, y ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo, acoge de todo corazón mis plegarias.
Madre Adorada, otórgame una verdadera penitencia de mis pecados, sobre todo ver un sincero cambio en mi vida.
Nuestra Señora de los Dolores, que viviste en todo momento en el sufrimiento de Nuestro Señor Jesucristo, continúa también presente en mis sufrimientos para sanarlos poco a poco con tu amor divino.
Madre mía, que por tu bendita clemencia representaste a los pecadores, nunca dejes de cobijar mi alma en desconsuelo, en la ofensiva espiritual que en estos momentos estoy pasando todo el tiempo.
Madre mía, Santa Señora de los Dolores, no me desampares en los sufrimientos, mucho menos en dolores, ayúdame y al mismo tiempo guíame, envuélveme en tu manto sagrado.
Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; a ti aclamamos los hijos pecadores de rodillas arrepentidos, pidiendo el perdón de los pecados.
Oh Madre amada, Señora nuestra, vela por tus hijos con tus ojos misericordiosos; después de este exilio, muéstranos a nuestro señor Jesucristo, fruto bendito de tu vientre.
Piadosa y bendita siempre Virgen María, madre mía, permanece con nosotros, permite que logremos cambiar las disputas por éxitos, además de los sufrimientos por gozos
Madre mía, pide por nosotros, bendita y alabada por siempre.
Virgen santísima que no eres sólo la Madre de los dolores, sino también la Señora de todas las reconciliaciones, nuestra Señora de los Dolores, Madre nuestra, fortaléceme en todo momento, fielmente te lo pido Madre amada.
Amén.

0 $type={blogger}