Señor mío y Dios mío, sé que eres un Dios de milagros, que obra con poder en la vida de las personas, que llena con amor a todo aquel que lo necesite y sana los corazones heridos.
Eres el Dios que toma la vida de cada persona que está cansada, desanimada, triste, y que transforma todo eso en alegría, en esperanza, en ardor, en motivación, porque llenas el corazón de tu fuerza, de tu poder, de tu gracia, de tu Santo Espíritu que quema mi vida, que reconstruye, que restaura y nos hace nuevos.
Tú obras un milagro cada nuevo día, en todo momento, y lo sé cuando veo que lo malo ya pasó y que puedo construir mi vida en el aquí y en el ahora, con felicidad, alegría y resiliencia. Hoy más que nunca me siento libre para dar pasos hacia una vida interior sana. Bendito seas por siempre, te amo.
Amén
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