Dios nuestro protector, Dios nuestra esperanza, nos dirigimos a ti en tiempos de dificultades, pero en las batallas y en los temores, muy seguido nos olvidamos de agradecerte.
Por la gracia que nos has dado para sobrellevar las dificultades.
Por las innumerables desconocidas bendiciones, te damos gracias.
Por despertar con nosotros cuando nos hemos preparado para las tormentas y por compartir nuestro júbilo cuando el desastre es evitado… te damos gracias.
Por guerras que nunca sucedieron, cuando los ánimos estallaron, pero prevalecieron la razón y la misericordia… te damos gracias.
Por las cosechas que han germinado, y por el niño que hoy no sabe nada de hambruna… te damos gracias.
Por todas las noches que pasamos con miedo, pero por tu gracia.
Por todas las alegrías durante este año, los momentos cuando la luz alumbró a través de la oscuridad cuando los ángeles permanecieron triunfantes.
Cuando vimos más allá de nuestros pecados y lucha. Y observamos a través del velo lo que el reino de Dios podría ser verdaderamente… te damos gracias.
Amén.
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