Señor, gracias por este día y por todas las experiencias que a lo largo de él pude tener, en este momento te suplico una bendición grande que me haga descansar.
Te suplico que actúes en mi corazón de tal manera que eches fuera todo miedo y me llenes de tu amor.
Quiero vivir con la seguridad de que estás a mi lado y me proteges, que estás conmigo para mostrarme que el futuro es tu tiempo y que debo tener esperanza en él.
Confío todas mis preocupaciones en tus manos, porque sé que me amas y me quieres feliz.
Sé que si te amo no debo tener miedo, pero lo tengo y por eso lo único que puedo hacer es pedirte a ti que me lo quites y que me hagas fuerte para seguir adelante.
Te amo, mi Señor, y te confieso que sentir que estás a mi lado me quita
todo sentimiento de inseguridad y me hace estar protegido y amado.
todo sentimiento de inseguridad y me hace estar protegido y amado.
Enséñame a confiar con inteligencia y sabiduría, eres tú la razón de mi vida.
Mañana vuelvo a necesitar tu alegría y tu ánimo para no desfallecer ante ninguna situación difícil que tenga.
Gracias por acompañarme mientras duermo y por asegurarme que estaré bien y que mañana me levantaré sano y listo para seguir batallando con cada una de las actividades que tengo que realizar.
Soy tuyo y creo en tu misericordia.
Amén
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