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Amando Divino Niño de Jesús, gracias por los favores que nunca me has negado, siempre he sido bendecido y en todo momento me has socorrido ante mis súplicas, ante mis desgracias y también te has manifestado en momentos donde la calma y la tranquilidad me han sido ausentes.
Hoy ha sido un día propiamente grandioso y bendecido para mi por los beneficios que he recibido al levantarme y de los que seguramente no soy merecedor, dígnate recibir de mi parte unas palabras y un sentimiento de gratitud, te ruego no te apartes de mi lado y no me niegues nunca tantos favores que te pido.
Gracias Divino Niño de Jesús por tu amor y tu perdón, gracias por todos esos momentos donde he recibido tu protección y donde tu bendición ha sido evidente.
Gracias por permitirme experimentar este momento donde todo es agradable, tranquilo y mágico, donde nada que yo requiera para mi subsistencia me falta, gracias por el amor de mis seres queridos, gracias por mi salud corporal, mental y espiritual, gracias por el trabajo que me da el sustento, te adoro y te bendigo por todo lo que haces por mi cada día.
Poderoso y grandioso Divino Niño de Jesús, toma las palabras de esta oración y guárdalas, acepta mi expresión de gratitud, mi muestra de agradecimiento en todo momento y por todo lo que tengo, por todo lo que soy y por lo que habré de ser en el futuro, gracias por el hoy, gracias por el amor, gracias por la ternura, gracias por la esperanza y gracias por regalarnos tu sabiduría y divina compañía.
Amen.
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