No temo porque eres mi guía, así lo confieso en esta mañana. 

Nada temo porque quien construye mi casa es el Dios de Israel. 

Señor, pon oído a la voz de mi súplica, sé que no me desatiendes, que no me fallas, que no me dejas. 

Por eso quiero pedirte que seas mi luz, que seas tú quien ilumine mi interior, y que si va a haber oscuridad a mi alrededor, dentro de mí este tu luz que me hace saber quién soy y me ayuda a estar en actitud de quien quiere cree.

Sé que me estás llevando por el camino correcto y me asegurarás la victoria en todas las dificultades que estoy viviendo. 

Quiero que hoy me permitas vivir en tu luz, que no dejes que mi egoísmo, mis miedos y mis desesperaciones me hagan habitar en la oscuridad y en la confusión. 

Señor, no tengo miedo porque tú nunca me dejas, te pido que ilumines mi corazón para saber cuáles sentimientos sirven para crecer y cuáles están siendo una atadura para mí.

No quiero estar lejos de ti, por eso en este momento te pido que me regales tu Santo Espíritu y que me permitas sentir la fuerza de tu amor y de tu gracia. 

Sé que me estás bendiciendo y me estás llenando de todo lo que necesito para estar contento y alegre. 

Gracias por hacerme feliz con tus bendiciones, por mostrarme que todo podrá ser bajo tu amparo. 

Amén