Todos sabemos que la tarea que se te fue encargada, la de llevar de día y también de noche la palabra de Dios, a todos los lugares donde la nece
sitaran, no es fácil; hoy te santificamos y nos bendices por eso y también otras razones, benditas fueron tus manos al tocar todos esos enfermos.

Benditos fueron todos los enfermos al ser tocados por tu mano y ser sanados en el momento; sabemos que tu labor no fue fácil, pero sé que no te pido mucho el día de hoy a la hora de decirte que necesito de tus manos, de tus dones y de tus poderes santos. 

Puesto que en mi vida hay una persona que solo me generan situaciones de desconfianza, que su alma y también su mirada refleja maldad, y que lo que logra en vida es lograr los pecados de pensamientos, te pido que el día de hoy obres en mí, para que todos esos pecados que se me presentan el día de hoy sean borrados de mi mente; no permitas que pueda llegar a obrar mal, y pecar de una forma peor sobre esta persona, que hoy la nombro mi enemigo.

Te pido que me des los dones necesarios para afrontar todas las circunstancias, que al principio por esta persona se presenten; además, te pido que me llenes calma y paciencia, los dones necesarios e imprescindibles para poder sobrellevar cualquier cosa.

Esta persona me atrasa y no permite que siga avanzando por mi camino del buen creyente, además, me hace pecar haciendo pensar mal y con las ganas de actuar peor. 

Señor San Simón, hoy te pido con el corazón en la mano y en la oración de este humilde servidor de Dios, que libres esa persona de mi ser.

Te pido que liberes cualquier contacto tanto mío con esa persona, como de esa persona hacia mí; permíteme sanar, con tus santas manos, todos estos pecados que siento en mi interior el día de hoy; permíteme ser una persona de bien en un futuro, para así, seguir progresando y avanzando en mi camino por ser un profesional de bien, que solo quiere lo mejor para sí misma y para su familia. 

Amén.