El Salmo 1 es un poema sobre la bendición que Dios tiene preparada para los que le aman. Este salmo nos revela que gran parte de nuestra expresión de amor a Dios se pone de manifiesto en el rechazo al pecado y nuestro amor por la obediencia.
1.- Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2.- Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
3.- Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará.
4.- No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento.
5.- Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos.
6.- Porque Jehová conoce el camino de los justos, más la senda de los malos perecerá.
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