Señor mío y Dios mío, gracias por llamarme, por invitarme a seguirte; gracias por continuar a mi lado; gracias por escucharme, por hablar a mi corazón para decirme que me amas; aquí estoy para darte gracias por todo lo que eres y haces en mi vida.
Gracias por hacerme sentir amado y valorado.
Gracias por darme salud y cuidarme en medio de tantas circunstancias difíciles. Gracias por darme personas que me aman y me cuidan.
Gracias por darme cualidades y capacidades con las que puedo construir tantos sueños y proyectos que tengo.
Dame, mi Dios, fuerza para perseverar y no desfallecer ante las dificultades que nunca faltan.
Ayúdame a seguir hablando, dialogando con los otros, que no nos perdamos detrás de una pantalla, sino que, como tú y yo, sigamos en sintonía con nuestro corazón.
Amén

0 $type={blogger}