Señor mío y Dios mío, en ti encuentro mi paz, mi refugio cuando las cosas no están fáciles.
En ti puedo encontrar el amor que necesito cuando no me siento amado por nadie.
Sé que me basta tenerte para tenerlo todo.
Gracias por permitirme entender que mi propósito en la vida es la felicidad.
Y creo en tu palabra como le dijiste a Josué: mira que te mando te esfuerces y seas valiente, no temas ni desfallezcas, porque yo tu Dios estaré contigo dondequiera que vayas.
Creo en ti, en todo lo que me das, en tus ganas de hacerme sentir bien y de guiarme para que siempre sea mejor.
Gracias por el amor con el que llenas mi vida y mi corazón, por ponerme todos los días personas maravillosas que me hacen creer de nuevo en que nada está perdido en que podemos luchar para seguir saliendo adelante.
Amén
0 $type={blogger}