Querido Señor, por favor bendice este tiempo de vacaciones, ayude a mi familia a llevarse bien, a disfrutar unos de otros.
Que podamos ver la maravilla que inculcas en el caos de nuestros días, ya sea que vayamos de vacaciones cerca o lejos de casa.
En este día cotidiano y normal que de alguna manera todavía está fuera de nuestra rutina habitual, ayúdame a abrazar a mi familia, esta época de vacaciones y los obsequios ordinarios pero extraordinarios que me has dado.
Abre mis ojos para ver que las vacaciones terminarán pero los recuerdos de ellas permanecerán y dame la fuerza para hacerlas dulces.
Vierta un poco de esa fuerza en mi ser y lléveme hasta el final de las vacaciones con un corazón agradecido y alabanza incesante.
Amén.

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