Oración a la Virgen del Carmen



En este día pidamos que se acreciente la devoción a María Santísima que es tan espléndida con sus devotos al prometer a los que lleven puesto su santo escapulario la eterna salvación y el alivio y reducción de las penas del Purgatorio.

Oh santa Virgen del Carmen, Madre de nuestro señor Jesucristo y protectora de todo aquel que lleva tu sagrado escapulario.

Hoy ruego ante tu agraciada túnica que siempre me ilumines por los caminos oscuros de esta vida en los cuales yo pueda extraviarme sin tu mano amiga.

El santo escapulario atraiga sobre mí tus miradas misericordiosas, sea para mí prenda de tu particular protección en luchas de cada día y constantemente me recuerdes el deber de pensar en ti y revestirme de tus virtudes.

Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen, tu, que mira con ojos de particular bondad al que viste nuestro bendito escapulario, mirame benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección.

Fortalece mi flaqueza con nuestro poder, iluminad las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría, aumentad en mí la fe, la esperanza y la caridad.

Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de nuestro divino hijo y de Vos.

Asistime en vida, consoladme cuando muera con nuestra amabilísima presencia, y preséntame a la agustísima trinidad como hijo y siervo devoto nuestro, para alabaros eternamente y bendeciros en el paraíso.

Oh Virgen Santa del Carmen, jamás podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario.

Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido, agradecimiento y, ya que nada te podemos dar que sea digno de ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su amor, y toda nuestra vida, que queremos emplear en el amor y servicio de tu hijo señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la fe, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo escapulario, y que todos podamos vivir y morir en tu amor y devoción.


Tengo mil dificultades: ayúdame.

De los enemigos del alma: sálvame.

En mis desaciertos: ilumíname.

En mis dudas y penas: confórtame.

En mis enfermedades: fortaléceme.

Cuando me desprecien: anímame.

En las tentaciones: defiéndeme.

En horas difíciles: consuélame.

Con tu corazón maternal: ámame.

Con tu inmenso poder: protégeme.

Y en tus brazos al expirar: recíbeme.

Virgen del Carmen, ruega por nosotros.

Amén.

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