Padre Dios, gracias por todo el amor que me has dado siempre a lo largo de mi vida y todo el que me has dado a lo largo de este día.
Gracias porque me hiciste sentir que soy importante y valioso para ti y que me das todo lo que necesito para seguir construyendo mi vida.
Cómo no creer en ti, si cada vez que me siento solo eres tú el que me reconforta y me hace sentir que no estoy solo, que siempre me acompañas.
Hoy te pido que me regales tu Espíritu Santo y que me llenes de amor y caridad.
Que logre consolar y llenar de fuerzas a las personas que lo necesitan.
Es tan fácil alegrar a alguien, eso se logra con cosas sencillas como una sonrisa, una palabra de amabilidad, incluso, un abrazo silencioso.
Gracias por hacerme valorar al otro, ayúdame a amar incluso al que no me ama y me desea el mal.
Quiero ser capaz de amar de verdad, sin esperar que ellos me den algo a cambio.
Sé que cuando abro mi corazón y dejo que la fuerza de tu Espíritu penetre, todo cambia y comienzo a experimentar Paz, serenidad, confianza, tranquilidad y fuerza.
Gracias porque hoy una vez más tengo claro que soy tu hijo y que tienes un propósito de felicidad para mí.
Confío en tu amor y en tu generosidad y por eso me entrego plenamente a ti en este momento.
Gracias porque sé que me estás dando mucho más, porque en tu generosidad no te dejas ganar, para hacerme capacitado para triunfar en la vida.
Confío en tu bendición mientras duermo.
Amén

0 $type={blogger}