Orar significa hablar con Dios para adorarlo en sus perfecciones, agradecerle sus beneficios, invocar el perdón de los pecados y pedirle gracias espirituales y materiales.
Debemos rezar y rezar bien, la oración hecha con fe, confianza, humildad y perseverancia es siempre escuchada por Dios.
Como toda nube que sube al cielo da agua a la tierra, así toda oración atenta y devota que se eleva a Dios hace llover oportunamente gracias a los hombres.
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