Querido Dios, gracias por mis seres queridos, por mis amigos, mis vecinos, mis compañeros de trabajo, y también gracias por mis enemigos; te pido que a ellos les enseñes que el perdón, tenerlos en mi corazón es una de las cosas más preciosas de las que nunca me cansaré, de darte gracia.
Bendice a todos, porque merecen todo el bien que me has dado, si hoy puedo hacer algo mal, perdóname.
Danos, oh Señor, un corazón firme, que ningún cariño indigno pueda arrastrar hacia abajo.
Danos un corazón invicto, que ninguna tribulación pueda desgastar.
Danos un corazón recto, que ningún propósito indigno pueda tentar a un lado, concédenos también, oh Señor Dios nuestro, entendimiento para conocerte, diligencia para buscarte, sabiduría para encontrarte y una fidelidad que finalmente te abrace por medio de Jesucristo nuestro Señor
Amén
_8_40_38_a__m_-transformed%20(1).png)
0 $type={blogger}