Con esta agua que esta bendecida con el poder del altísimo, hoy alejo todo espíritu maligno y todas malas vibras que quieren traer disturbios a mi hogar, y pongo una protección para que no puedan pasar nunca más.
Bendigo en este momento mi hogar, para que pueda entrar la felicidad, el amor, la unidad y la paciencia, que en este hogar reine la paz y no nos falte nada.
Que Jesucristo sea bienvenido a este humilde hogar, para que habite aquí para siempre.
En el nombre del santo Jesús.”
Amén.

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