Al iniciar este día te consagro todas mis acciones para que viva con libertad y confianza cada situación por la que atravieso.
No permitas que caiga en la tristeza y en la angustia cuando enfrente un problema, sino que tenga la plena certeza de que tú estás conmigo y que ningún problema, ninguna dificultad tiene más poder que tú.
Alabado seas por ser mi Dios y mi salvador, bendito seas por poner sobre mí tu mirada y tu paz.
En esta mañana siento tu preciosa unción que se derrama abundantemente sobre mi ser y me libera de todos mis miedos y mis angustias.
Gracias por este día tan hermoso que me regalas, tu eres mi fortaleza y mi único refugio, cuando siento desánimo sigo confiando en ti, en tus manos entrego todo mi ser, todo lo que tengo y todo lo que soy.
Te doy gracias porque no me dejas solo en la lucha diaria por sacar adelante mi vida, porque sales en mi defensa como un escudo y me muestras tu amor.
Mi única esperanza está en ti, tú me haces tanto bien, que no sé cómo pagarte; en este día te entrego lo único que tengo y lo único que te agrada: un corazón humilde y rebosante de amor por ti.
Creo en ti y no pierdo la fe de que siempre estás conmigo, caminas junto a mí y me proteges como a un niño en brazos de su madre.
Gracias, Dios de amor, porque me llenas de dones y virtudes para luchar en las batallas que la vida me presenta.
Amén

0 $type={blogger}