Creo firmemente que eres misericordioso, que te apiadas de mí y me das alegría en el corazón. 

Gracias por sanar mi corazón y hacerme una persona nueva todos los días, sigue llenando mi corazón con tu amor, que pueda sentir que todo lo puedo en ti, que eres mi fortaleza. 

Ven a seguir animando mi corazón para caminar de tu mano, sin dejarme vencer por las situaciones complicadas de la vida.

Gracias porque nunca más dejaré apagar la luz en mi vida, que eres tú manifestándote con poder y alegría en cada paso que doy.

Ilumina ahora mi vida en el silencio de esta oración para saber qué debo cambiar, qué hay que mejorar para ser conforme a tu voluntad. 

Te pido que pases tu mano sobre este siervo tuyo y le des un corazón dócil capaz de perdonar a través de tu amor.

Poco a poco voy caminando hacia ti, y estoy muy feliz, porque me lavaste con tu sangre y me vestiste con tu gracia. 

Te entrego cada uno de mis proyectos y que se haga tu voluntad y no la mía en cada uno de ellos, que seas tú el timonel de mi barco y que pueda navegar camino a la santidad. 

Tú eres todo lo que soy y lo que tengo, eres la fortaleza de mi corazón. 

Amén