Gracias, Señor, por este nuevo día, gracias porque me conservas en la vida una vez más.
Envía tu Espíritu Santo en este momento sobre mí, envía tus dones a mi corazón porque necesito tu claridad y de tu fortaleza para seguir luchando y para seguir dando lo mejor de mí.
Estoy seguro que si me miras con tus ojos de amor y me abrazas con tu ser no tendré desánimo ni miedo ante las pruebas que la historia me da.
Siento tu presencia que sana y que libera, tu amor es alegría para mi vida, tu voz es luz y tu perdón, un regalo que no merezco.
Te alabo y te bendigo, pues has mostrado tu gloria en mi vida, me dejas conocerte, saberte presente en todo cuanto hago.
Permíteme amarte y conocerte cada día más, permite que valore mis acciones y mis esfuerzos y no me deje arrastrar por el negativismo y por el derrotismo que muchas situaciones de la vida diaria me comunican.
Que sepa defender mis opciones, que sepa entregar mi vida por lo que creo.
Y que crea en el amor como lo único importante, como lo único que le da sentido a mi existencia.
Que no me deje robar la Paz, que no me deje arrebatar la felicidad, que pueda vivir siempre en la alegría que me das.
Quiero entregarte este día que voy a vivir, pedirte que me ayudes a completar lo que me hace falta.
Estoy seguro de tu presencia salvadora en mi vida.
Amén

0 $type={blogger}