Letanía de la Virgen del Buen Consejo

 


Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos

Cristo, escúchanos

Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.

Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Trinidad Santa un solo Dios, ten piedad de nosotros.

Santa Virgen María, nuestra Madre, aconséjanos y protégenos.

Hija dilectísima del Eterno Padre, aconséjanos y protégenos.

Madre Augusta del Hijo de Dios, aconséjanos y protégenos.

Divina Esposa del Espíritu Santo, aconséjanos y protégenos.

Templo viviente de la Santísima Trinidad, aconséjanos y protégenos.

Reina del Cielo y de la tierra, aconséjanos y protégenos.

Sede de la Divina Sabiduría, aconséjanos y protégenos.

Depositaria de los secretos del Altísimo, aconséjanos y protégenos.

Virgen prudentísima, aconséjanos y protégenos.

En nuestras perplejidades y en nuestras dudas, aconséjanos y protégenos.

En nuestras angustias y en nuestras tribulaciones, aconséjanos y protégenos.

En nuestros quehaceres y en nuestras empresas, aconséjanos y protégenos.

En los peligros y en las tentaciones, aconséjanos y protégenos.

En los combates contra el demonio, el mundo y la carne, aconséjanos y protégenos.

En nuestros desánimos, aconséjanos y protégenos.

En todas nuestras necesidades, aconséjanos y protégenos.

En la hora de nuestra muerte, aconséjanos y protégenos.

Por tu Inmaculada Concepción, aconséjanos y protégenos.

Por tu feliz Natividad, aconséjanos y protégenos.

Por tu admirable Presentación, aconséjanos y protégenos.

Por tu gloriosa Anunciación, aconséjanos y protégenos.

Por tu bendita Visitación, aconséjanos y protégenos.

Por tu divina Maternidad, aconséjanos y protégenos.

Por tu santa Purificación, aconséjanos y protégenos.

Por los dolores y las angustias de tu materno corazón, aconséjanos y protégenos.

Por tu preciosa Dormición, aconséjanos y protégenos.

Por tu triunfal Asunción, aconséjanos y protégenos.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.

R. Y obtiene nos el don del Buen Consejo.

Oremos:

Oh Dios, que nos has dado por madre la Madre de tu dilectísimo Hijo y te has dignado glorificar su hermosa imagen mediante una milagrosa aparición, recuérdanos, te suplicamos, que siguiendo siempre sus consejos, podamos vivir según tu Corazón y alcanzar la patria celestial. Por Cristo nuestro Señor. 

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