Bendito Padre, amado Señor que siempre buscas mi bienestar y me amas incondicionalmente, sin importar el tamaño de mis pecados ni mi debilidad, a veces, en la fe.
Señor mío, en tu presencia me siento seguro.
En tu presencia puedo encontrar la tranquilidad que tanta falta me hace ahora.
Padre Bueno, siento que mi mente está confundida, preocupada, sin ganas de poder hacer más cosas porque se siente cansada de tanto pensar.
Quiero, en esta oportunidad en que me dirijo a ti, pedirte por un poco de paz en mi vida.
Siento ya que me es muy difícil continuar, no puedo seguir así.
Hay una situación que me apena, me perturba y me hace pensar que no hay más salidas.
Necesito paz, Señor.
Necesito tranquilidad en mi vida para poder descansar y levantarme con energías renovadas.
Dame la firmeza para resistir, Padre amado, yo creo en ti y en tu inmenso poder.
Nada es imposible para ti, mi Dios.
Confío en tu amor, confío en tu promesa de felicidad para todos nosotros, tus hijos.
Dame paz, Dios mío, en mi mente.
Que las ideas malas pasen de largo, no permitas que las mantenga dentro de mi cabeza.
Dame la firmeza para resistir, Padre amado.
Amén.

0 $type={blogger}