San Evaristo se hizo de gran fama en Roma, era un sacerdote muy estimado por los fieles, correcto, íntegro, y con un profundo conocimiento de las Sagradas Escrituras. A la muerte del papa Clemente, Evaristo es electo como su sucesor, y desde ese momento se dedica a proteger a los fieles, defender la fe de la herejía, y establecer normas que regulas en las celebraciones públicas y los matrimonios.
Oración:
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que San Evaristo, papa, presidiera a todo tu pueblo y lo iluminara con su ejemplo y sus palabras, por su intercesión protege a los pastores de la iglesia y a sus rebaños y hazlos progresar por el camino de la salvación eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu hijo.
Amén

0 $type={blogger}