Terminada la Última Cena, Jesús salió al huerto de Getsemaní para orar, pidiendo a sus apóstoles que le acompañaran en la oración. Sin embargo, todos cayeron dormidos más tarde.
Esta oración es muy importante y recordada por los creyentes, pues en esta Jesucristo dice: "Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya". También definió así sus sentimientos de angustia: "Siento una tristeza mortal".
Tras la oración, Jesús es aprehendido por parte de un grupo precedido por Judas Iscariote.
Los evangelios narran que en este momento el apóstol Pedro corta la oreja derecha con su espada a un sirviente del Sumo Sacerdote, pero Jesús le sanó al instante la herida y ordenó a Pedro envainar la espada, pronunciando esta famosa frase: "Quien a hierro mata, a hierro muere".
Haciendo esta corta recopilación de lo sucedido este importante día, entendemos entonces que el Jueves Santo conmemora y celebra todos los hechos ocurridos el día anterior a la muerte de Jesús.
Amén.

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